jueves, 21 de agosto de 2014

La pregunta más urgente de la vida es: ¿Qué estás haciendo por los demás?

Este documento constituye un reclamo para una justa distribución de los bienes, de los recursos disponibles para investigar, prevenir, diagnosticar, tratar y ayudar a morir en paz. Pero lo es también para que escuchemos a cuantos ejercen profesiones sanitarias en entornos de empobrecimiento, muy integrados a la vida de la comunidad.

Vivienda típica de las comunidades vulnerables de Chiapas.
No se nos debe escapar la gran paradoja a la que asistimos. Mientras que en Europa, EU, etc las prestaciones sanitarias básicas están más que aseguradas y se buscan criterios para la introducciòn de nuevas prestaciones, en la mayor parte del mundo el mayor problema es conseguir estructuras políticas que regulen y hagan sostenible un sistema mínimo de prestaciones en igualdad de condiciones para todos los ciudadanos. Ellos distribuyen riquezas; mientras que en la mayor parte del mundo el reto es distribuir con equidad la pobreza...

Tenemos que tomar conciencia de la dimensión moral de la comunidad, la fidelidad a los intereses del paciente, el reconocimiento de la humildad necesaria en la práctica y capacitación médica, así como la reflexión sobre las causas sociales de las enfermedades. En otras palabras: a usar conciente y concienzudamente de la salud para promover la dignidad humana y la justicia social.

Intentamos humanizar la asistencia médica, resistiéndonos a la despersonalización en las relaciones entre médicos, pacientes y familia. Promovemos estilos deliberativos de afrontamiento de los conflicos éticos, la superación del paternalismo médico. Nos esforzamos por impedir que el enfermo sea siempre considerado como una persona...

Pero mientras hacemos todo esto, pensamos con demasiada frecuencia, con los ojos fijos en nuestro ombligo, en el ombligo cada vez más pequeño: el mío, el de mi entorno, el de mi comunidad, el de mi país, el de mi sistema sanitario. El mercado ha conseguido hacernos pensar la salud como un producto que pagamos y que ha de ser entregado en las tiendas (hospitaes, centros de salud) en forma de servicios.

¿Será tiempo de afrontar determinantes de la salud como la pobreza, y atender los requisitos previos para la salud como la paz, educación, seguridad social, alimentación, respeto a los derechos humanos y equidad?

Nos encontramos ante dos mundos muy distintos. Uno (el de los países desarrollados) que nos exigen cada vez más mejor asistencia sanitaria y otro, en el que se encuentra un marco político y económico en el que el mismo pensamiento se bloquea al describirlo y compararlo.

¿De quién es la culpa? ¿Cuál es la solución?  Como estudiantes de medicina, médicos de atención primaria o especialistas debemos cuestionarnos, constante y críticamente, lo siguiente: ¿Qué es pobreza? ¿Cuál es la relación entre pobreza y enfermedad? ¿Qué causa la pobreza? ¿Cuál es la mejor estrategia para combatir la pobreza? Tal vez, aún no tenemos las respuestas para cada una. Sin embargo, sabemos que la pobreza está relacionada con sufrimiento y mal estado de salud. Y también sabemos, que trabajar con/en solidaridad con los más vulnerables, hace que indirectamente, trabajemos en la búsqueda del abatimiento ésta.

Nunca dejemos de cuestionarnos. Nunca dejemos de examinar y reflexionar sobre nuestro rol  en la lucha de un mejor futuro.

Te invito a involucrarte.
 
Mario Antonio, 13 años. Nativo de la Sierra Madre de Chiapas
Quiere ser el futuro médico de la comunidad.


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