Este documento constituye un reclamo para una justa distribución de
los bienes, de los recursos disponibles para investigar, prevenir,
diagnosticar, tratar y ayudar a morir en paz. Pero lo es también para que
escuchemos a cuantos ejercen profesiones sanitarias en entornos de
empobrecimiento, muy integrados a la vida de la comunidad.
Vivienda típica de las comunidades vulnerables de Chiapas. |
No se nos debe escapar la gran paradoja a la que asistimos. Mientras
que en Europa, EU, etc las prestaciones sanitarias básicas están más que
aseguradas y se buscan criterios para la introducciòn de nuevas prestaciones,
en la mayor parte del mundo el mayor problema es conseguir estructuras
políticas que regulen y hagan sostenible un sistema mínimo de prestaciones en
igualdad de condiciones para todos los ciudadanos. Ellos distribuyen riquezas;
mientras que en la mayor parte del mundo el reto es distribuir con equidad la
pobreza...
Tenemos que tomar conciencia de la dimensión moral de la comunidad, la
fidelidad a los intereses del paciente, el reconocimiento de la humildad
necesaria en la práctica y capacitación médica, así como la reflexión sobre las
causas sociales de las enfermedades. En otras palabras: a usar conciente y
concienzudamente de la salud para promover la dignidad humana y la justicia
social.
Intentamos humanizar la asistencia médica, resistiéndonos a la despersonalización en las relaciones entre médicos, pacientes y familia. Promovemos estilos deliberativos de afrontamiento de los conflicos éticos, la superación del paternalismo médico. Nos esforzamos por impedir que el enfermo sea siempre considerado como una persona...
Pero mientras hacemos todo esto, pensamos con demasiada frecuencia,
con los ojos fijos en nuestro ombligo, en el ombligo cada vez más pequeño: el
mío, el de mi entorno, el de mi comunidad, el de mi país, el de mi sistema
sanitario. El mercado ha conseguido hacernos pensar la salud como un producto
que pagamos y que ha de ser entregado en las tiendas (hospitaes, centros de salud)
en forma de servicios.
¿Será tiempo de afrontar determinantes de la salud como la pobreza, y
atender los requisitos previos para la salud como la paz, educación, seguridad
social, alimentación, respeto a los derechos humanos y equidad?
Nos encontramos ante dos mundos muy distintos. Uno (el de los países
desarrollados) que nos exigen cada vez más mejor asistencia sanitaria y otro,
en el que se encuentra un marco político y económico en el que el mismo
pensamiento se bloquea al describirlo y compararlo.
¿De quién es la culpa? ¿Cuál es la solución? Como estudiantes de medicina, médicos de
atención primaria o especialistas debemos cuestionarnos, constante y
críticamente, lo siguiente: ¿Qué es pobreza? ¿Cuál es la relación entre pobreza
y enfermedad? ¿Qué causa la pobreza? ¿Cuál es la mejor estrategia para combatir
la pobreza? Tal vez, aún no tenemos las respuestas para cada una. Sin embargo,
sabemos que la pobreza está relacionada con sufrimiento y mal estado de salud.
Y también sabemos, que trabajar con/en solidaridad con los más vulnerables, hace
que indirectamente, trabajemos en la búsqueda del abatimiento ésta.
Nunca dejemos de cuestionarnos. Nunca dejemos de examinar y
reflexionar sobre nuestro rol en la
lucha de un mejor futuro.
Te invito a involucrarte.
Mario Antonio, 13 años. Nativo de la Sierra Madre de Chiapas Quiere ser el futuro médico de la comunidad. |
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